Cristián Villalobos, trabajador y residente de Patronato desde hace 15 años:
“El TLC con China afectó a más del 80% de los fabricantes del sector”.

Por Amparo de la Fuente

La calle Río de Janeiro se caracteriza por una gran tienda de ropa de niños llamada coz-coz y también por sus sitios residenciales, como el pasaje 425. Se logran ver varias puertas que limitan las distintas casas de este angosto espacio, como la casa C, donde vive Cristián Villalobos y su familia. Al entrar se ve una puerta que da hacia el taller, el lugar de trabajo de Cristián. Se logra escuchar el sonido que hacen las máquinas al cocer.

Cristián Villalobos Galdames es de San Felipe y hace 15 años se vino a Santiago, dejando a su familia por 6 meses, para buscar nuevas oportunidades laborales, después de perder su trabajo en una empresa frutícola donde se exportaba fruta fresca, que con la crisis de las uvas envenenadas, tuvo que reducir su personal. Al llegar a Santiago no encontró lo que buscaba, pero vio que en Patronato había una beta muy buena para explotar, que era la fabricación de ropa y decidió arriesgarse. Su familia se vino a Santiago a vivir con él e instaló una tienda comercial en el barrio, pero no le duró mucho, porque los arriendos eran muy caros. Actualmente, Cristián trabaja en el taller que instaló en su casa, fabricando específicamente ropa de trabajo y de colegio, diferenciándose de la manufactura China. Por esto mismo es que está instalado en el barrio, ya que en éste se mueve todo en cuanto a textil.

- Patronato, como se sabe, es un barrio comercial ¿Cómo lo encuentra como un barrio para vivir?

-No, ese es el gran problema, éste es un barrio industrial y no residencial, por ende hay muy pocas casas y cuando en las tardes deja de funcionar Patronato, tipo 19:30 a 20:00 en las calles no anda nadie. El otro problema es el monopolio con las empresas de telefonía porque sólo MOVISTAR es el que tiene línea acá, y uno se ve obligado a pagar si o si los servicios de ellos, que al ser los únicos, cobran muchos más caro. A las otras compañías, por ejemplo, a VTR o a TELMEX no les conviene tener cables por este sector por que para ellos no es comercio, ya que son muy pocas las viviendas, y hay más empresas, tiendas comerciales e industrias.

- ¿Cómo es este barrio en términos de seguridad ciudadana?

- Es bien bueno, hace un año atrás hubo muchos robos en los locales, por lo que pusieron más alarmas y se implemento mayor seguridad ciudadana, en las noches los carabineros y la paz ciudadana se dan una vuelta por todo el sector. Por lo que se podría decir que Patronato, pese a todo, es un barrio tranquilo para vivir.

- ¿Le ha traído inconvenientes o problemas vivir en un barrio exclusivamente comercial?

- Los Inconvenientes no son muchos, porque por lo menos, para mí, que soy un comerciante, es más fácil para hacer negocios. Sabemos que hay momentos malos y momentos buenos, pero cuando son buenos, se puede lograr una buena producción. Lo otro, es que al estar acá uno tiene la posibilidad de conocer más talleres. Puede pasar que a veces uno no alcanza o no puede sacar toda la producción, y por ende manda a fabricar a estos talleres y así poder cumplir con los clientes. El principal inconveniente eso sí, es la movilización, ya que después de las 19:00 los taxis no pasan cerca y hay que ir hacia Recoleta para poder movilizarse.

- Como se sabe, ahora el comercio del barrio está controlado, de algún modo, por los coreanos y los chinos ¿Usted logró darse cuenta los cambios que hubo? ¿Qué cosas cambiaron?

- Claro que sí, porque yo cuando llegue, en los inicios de formar el taller, me dedicaba a la fabricación de moda, como se llama fashion. Pero lamentablemente cuando Chile firmo el Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, que creo fue la peor decisión por parte del gobierno, porque nos vimos afectados, yo creo que más del 80% de los fabricantes que hay acá en el sector, porque ya no se podía fabricar fashion o moda, ya que la ropa china es muy barata y difícilmente podíamos competir con ellos. Los extranjeros, de algún modo, nos han venido a quitar nuestros trabajos. Por eso me decidí a fabricar ropa de trabajo y de colegio solamente.

- ¿Y hubo cambios de otro tipo?

- Claro, hubo otros cambios. Con la llegada de los chinos, o mejor dicho coreanos, ya que la mayor cantidad de comerciantes extranjeros son coreanos subieron los arriendos, ya sean habitacionales o comerciales, antes no eran tan caros los arriendos. Po ejemplo, si un local valía $250.000 el arriendo, llegaba un coreano y decía yo pago $800.000 y la persona que estaba antes tenía que irse.

- Cuando usted llegó aquí en Patronato, ¿el barrio era distinto? ¿Cómo era? ¿Ha ido mejorando?

-La verdad de las cosas es que ha cambiado, ya que fábricas ya no quedan, o sea fábricas grandes ya no hay, ya que para ellos no es negocio tener un fábrica de ese tamaño. Lo que si es que aún sigue habiendo muchos talleres, pero se reproduce con menos cantidad.

- ¿Qué diferencias hay en el patronato de ahora y el de antes?

- En el de ahora que hay mas extranjero y el de antes que habían mas chilenos en realidad. Ahora hay mucho extranjero, por ejemplo, ha llegado mucho ciudadano peruano y ellos se dedican a la parte de los bordados y han bajando muchos sus costos, por lo que los que lideran el tema de los bordados son los peruanos.

- ¿Ha pensado alguna vez en irse del barrio? ¿Por qué?

- Sí. La verdad de las cosas es que queremos buscar otros horizontes, porque vemos que día a día se va cerrando la brecha. Primero tuvimos que dejar de hacer ropa de moda porque llegaba mucha exportación china y ahora ya están llegando ropas de trabajo hechas en China y nos estamos viendo afectados en ese aspecto.

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